Es considerado como el poeta nacional palestino y uno de los más célebres literatos árabes contemporáneos de todos los tiempos. De prosa ligera y lenguaje directo, Darwish entremezcla la poesía de introspección metafísica (caracterizada principalmente por la mitología antigua) con la poesía humanista, enfocada al juego de palabras y la ironía, en la que los límites del sujeto están cada vez menos claros.
Sus obras literarias son un ejemplo claro de la extraña fusión de la realidad con la metafísica, de la lirica con la épica, rasgo que le ha caracterizado todos sus trabajos literarios y que lo vinculan directamente a nivel internacional con el movimiento "Realismo Metafísico de la Poesía" junto con otros grandes poetas que incluyen Seamus Heaney, Derek Walcott, Czesław Miłosz, Zbigniew Herbert, Joseph Brodsky, Wisława Szymborska, entre otros.
MELODÍA GITANA
Una calle clara.
Una chica sale a iluminar la luna.
Países lejanos,
países sin huellas...
Un sueño salado.
Una voz
que talla la cintura en la piedra.
Camina, amor mío,
por mis pestañas o por las cuerdas.
Una luna herida,
un silencio
que rompe el viento y la lluvia
y torna el río aguja
en una mano que teje los árboles.
Un muro que nada.
Una casa
que desaparece cada vez que surge.
Tal vez nos maten
o se duerman en el pasillo.
Un tiempo escandaloso,
una muerte
que nos desea cuando pasa.
Todo está concluido.
Nos hemos acercado al río.
El viaje de los gitanos ha concluido
y nosotros estamos cansados de viajar.
Una calle clara.
Una chica
sale a pegar fotografías
en las paredes de mi cadáver.
Mis jaimas están lejanas
y no dejan huellas...
MOSCAS VERDES
El espectáculo es eso. Espada y vena.
Un soñador incapaz de ver más allá del horizonte.
Hoy es mejor que mañana pero los muertos son los que
Se renovarán y nacerán cada día
Y cuando intenten dormir, los conducirá la matanza
De su letargo hacia un sueño sin sueños.
No importa el número. Nadie pide ayuda a nadie.
Las voces buscan palabras en el desierto y responde el eco
Claro, herido: No hay nadie. Pero alguien dice:
“El asesino tiene derecho a defender la intuición del muerto”
Los muertos exclaman:
“La víctima tiene derecho a defender su derecho a gritar”.
Se eleva la llamada a la oración
desde el tiempo de la oración a los
féretros uniformes: ataúdes levantados deprisa,
enterrados deprisa... no hay tiempo para
completar los ritos: otros muertos llegan
apresuradamente de otros ataques, solos o en grupos
una familia no deja atrás huérfanos ni hijos muertos.
El cielo es gris plomizo y el mar es azul grisáceo,
pero el color de la sangre lo ha eclipsado
de la cámara un enjambre de moscas verdes.
NOCHE QUE SE DESBORDA DEL CUERPO
Jazmín sobre las noches de julio.
Canción para dos extraños que se encuentran
en una calle que no lleva a ninguna parte.
¿Quién soy yo, después de estos ojos almendrados?
Dice el desconocido.
¿Quién soy yo, después de tu exilio en mí?
Dice la desconocida
Guardémonos de remover la sal de los mares antiguos
en un cuerpo que recuerda...
Ella le devuelve su cuerpo cálido
y él le devuelve su cuerpo cálido.
Así, los dos amantes extraños dejan su amor desordenado,
como abandonan su ropa interior
entre las flores de las sábanas.
- Si de verdad eres mi amado,
compón un Cantar de los cantares para mí
y graba mi nombre en la rama de un granado,
en los jardines de Babilonia.
- Si me quieres de verdad, posa mi sueño entre mis manos
y dile al hijo de María: Nos has hecho sufrir
la misma suerte que Tú has elegido.
Señor, ¿somos lo bastante justos para
la existencia del mañana?
- ¿Cómo me curaré del jazmín mañana?
- ¿Cómo me curaré del jazmín mañana?
Ellos permanecen juntos, en las sombras
que se extienden por el techo de su alcoba.
Ella le dice: No serás sombrío después de mis pechos.
Él responde: Tus pechos son noches que iluminan lo esencial,
noches que me cubren de besos. El lugar y yo
estamos repletos de noches que se desbordan de la copa.
Ella se ríe de su descripción. Y vuelve a reír
ocultando la pendiente de la noche en su mano.
- Amor mío, si pudiera ser un chico, sería tú.
- Y si yo pudiera ser una chica, sería tú.
Ella llora, como siempre,
al regresar de un cielo color vino.
Llévame, extranjero, a un país donde
no posea un pájaro azul sobre un sauce.
Ella llora, para cruzar sus bosques
en el largo camino hacia sí misma.
¿Quién soy yo? ¿Quién soy, después de tu exilio de mi cuerpo?
¡Ay de mí, de ti y de mí país!
¿Quién soy, después de estos ojos almendrados?
Muéstrame mi mañana.
Así, los dos amantes dejan su despedida en desorden,
cual perfume de jazmín sobre las noches de julio.
Cuando llega julio,
el jazmín me lleva a una calle que no conduce a ninguna parte,
pero yo sigo cantando:
jazmín sobre las noches de julio.
He disfrutado este retorno tuyo a CASTA DE LEONES; proximamente retomo mi suplemento literario LIBROS, espero poder contar contigo...mientras GRANDIOSO! este poeta, me gusta...un abrazo, y MUCHAS LETRAS POR VENIR!!!!
ResponderEliminarGracias Marioantonio por tus comentarios siempre tan bien recibidos en esta humilde CASTA DE LEONES. Abrazos desde el Polo Norte.
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