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LAS SOMBRAS: marcan el territorio de otra noche de soledad...




La ciudad duerme,
entre sueños profundos de asfalto.
Sueña hacerle el amor a la suerte,
sacudirse los elevados del pecho,
pulverizar los obeliscos de su sexo.
Alaridos atraviesan su espacio
de hambre embardunada en las paredes
abigarradas de celulitis y soledades.
Gotas de sangre se diluyen en un charco gris.
Cuerpos calcados al azar sobre el pavimento.
Cuatro patas marcan el territorio,
esquivan la muerte rabiosa,
las sarnas que escarban la basura,
en el transpirar de lo ido
cuando ya se han marchado los perros.
[El olor de los perros]
Daños Colaterales. Angie Mercedes.2009.Copyright Reserved.



 La vida brota de la garganta.
Se esparce y germina.
Expulso el color rosa de mi útero.
Fría duerme la ciudad en mi piel.
Solas e inmensas se entretejen las horas.
Fabrica insomnios en los labios la soledad.
Se ha perdido una vida en el itinerario.
La paloma agoniza en las ruinas repletas de heces.
Mi voz larva en las tinieblas de tu imagen.
Eructa la carretera y vomita sus muertos.
Medrosa se fuga la noche troglodita.
La luna menstrua los sueños dilapidados en el adiós.
Certera acierto la daga a tu recuerdo axiomático.
Paralizo el ciclo natural de las formas.
[ Aborto ]
Daños Colaterales. Angie Mercedes. 2009. Copyright Reserved 





INTERIORISMOS EN EL ALMA DE UN POETA (Cuarta Parte): Sergei Esenin, LA CENSURA A LA POESIA Y A LA EXPRESION DE CLASICA LIBERTAD

Confesión de un golfo
Sergei Esenin (1895-1925)

No todos saben cantar,
No todos saben ser manzana
Y caer a los pies de otro.

Esta es la suprema
Confesión de un granuja.
Ando intencionalmente despeinado,
Con la cabeza como una lámpara a petróleo.
Me gusta alumbrar en las tinieblas
El otoño sin hojas de vuestros espíritus.
Me gusta que las piedras de los insultos
Caigan sobre mí como granizo vomitado por la tormenta.

Entonces es cuando aprieto con más fuerza
El globo oscilante de mi cabezota.

Con qué nitidez recuerdo entonces
La laguna cubierta de hierba y la voz ronca del aliso
Y que en algún lugar viven mi padre y mi madre.
Mis versos les importan un comino,
Pero me quieren como a un campo,
como a la carne de su carne,
Como a la buena lluvia que en primavera
ayuda a salir a los brotes.
Ellos les clavarían a ustedes sus horquetas
Cada vez que me lanzan una injuria.
¡Pobres, pobres campesinos!
Seguramente están viejos y feos
Y siguen temiendo a Dios y a los espíritus del pantano.
¡Si sólo pudieran comprender
Que su hijo
Es el mejor poeta de Rusia!
¿Acaso sus corazones no temían por él
Cuando se mojaba los pies en los charcos del otoño?

Ahora anda de sombrero de copa
Y con zapatos de charol.

Pero con el mismo espíritu juguetón de antes.
De aldeano travieso.
Desde lejos saluda con una gran reverencia
A las vacas pintadas en los letreros de las carnicerías.
Y cuando se cruza con los coches de la plaza,
El olor del estiércol lo remonta a los campos de su tierra
Y está dispuesto a sostener en el aire la cola de cada caballo
Como si fuese la cola de un traje de novia.
Amo mi tierra.
La amo con locura!
Aunque sobre ella caiga toda la tristeza y el moho de los sauces.
Gozo con los hocicos inmundos de los cerdos.
Y con las notas estridentes de los sapos en el silencio nocturno.
Estoy enfermo de los recuerdos de infancia,
Sueño con la niebla y con la humedad de las tardes de abril,
Cuando nuestro arce se puso en cuclillas
Para calentarse los huesos en la hoguera del crepúsculo.
¡Trepando de rama en rama,
Cuántos huevos no robé de los nidos de las cornejas!
¿Seguirá siendo el mismo de antes, con su copa verde?
¿Tendrá todavía la corteza tan dura?
¿Y tú, mi querido perro fiel Overo?
La vejez te ha puesto gruñón y ciego
Y vas de un lado a otro del patio arrastrando tu cola caída.
Tu nariz no distingue ya el establo de la casa.
Cuánto no significan para mí nuestras pillerías de antaño
Cuando le robaba pan a mi madre
Y lo comíamos entre los dos,
mordiéndolo por turno
Sin sentir repugnancia.

Soy siempre el mismo,
Mi corazón es siempre el mismo.
Los ojos florecen en el rostro como los azulíes en el trigo.
Y yo, extiendo las esteras doradas de mis versos
Quiero decirles a ustedes
Mis palabras más tiernas.
¡Buenas noches a todos!
¡Buenas noches! Rozando por última vez la hierba del crepúsculo

Ha enmudecido la guadaña de la aurora.
Y siento unas ganas locas
De mear a la luna desde la ventana.
¡Luz azul, en este azul profundo
Ni siquiera la muerte me importa!

¡Que importa que yo parezca un cínico
Con un farol colgando del trasero!
Viejo, buen y súper cabalgado Pegaso,
¿Qué falta me hace a mí tu trote blandengue?

Yo he venido como un severo maestro
A cantar y a ensalzar a las ratas.
Como agosto, vierte
Mi cabeza el vino espumoso de mis cabellos.
Yo quiero ser ese amarillo

Que nos lleva al país que navegamos.


LA CENSURA A LA POESIA Y A LA EXPRESION DE CLASICA LIBERTAD.- La censura no es un tema añejo en los medios de expresión, mucho menos en un campo tan amplio como lo es la literatura. Desde todos los tiempos, la poesía ha sido el blanco preferencial para los asaltos ideológicos, considerada como la forma de expresión mas autentica que llega con mas fuerzas a los lectores.

Sergei Aleksandrovich Esenin (1895-1925) históricamente no fue la excepción, sino parte de la norma de la sociedad de vetar las artes con sus mecanismos neo político. "El Poeta Campesino", "el lascivo bisexual", "el alcohólico despreciable", "el depresivo compulsivo", fueron unos tantos de los calificativos que le acompañaron en todo lo largo de su controversial existencia. Pero sin lugar a dudas, Esenin, fue uno de los exponentes mas vívidos de la libertad de expresión de la poesía y de los poetas de la Rusia de su tiempo.

Compartió vidas sentimentales tanto con hombre y mujeres famosas como: la actriz Zinaida Raich, la famosísima Isadora Ducán, y el poeta Marienkov.

Vivió y murió en medio de la polémica y muchas décadas después de su muerte, hoy por hoy, sus trabajos literarios siguen sorprendiendo a muchos lectores que van en búsqueda de la verdadera esencia de la poesía.

DESDE LAS ONDAS OSCURIDADES DE MI ALMA: ella siempre surge... como una Femme Fatale adueñándose de mis noches... Poema de Angie Mercedes extraído de "Daños Colaterales"


ELLA, se alimenta de los despojos de mis historias,
de mi tristezas y naufragios relegados a la soledad.
Respira un poco de mi aire con asco, me detesta.
Retoza con las coincidencias.
Taciturna me arrebata el sueño entre sueños.
Se embriaga con cerveza y descarada
me abofetea por mis miedos y se los queda.
Luego los hace versos, estrofas, poesía.
Maliciosa roba el tiempo preso en mi mesa de noches.

Es perversa, inmadura y sutil.
Toma mi cuerpo y lo manipula a su antojo.
Plasma su viajes de libertad haciendo cortadas a mi piel.
Amordaza mi boca con tinta para escribirme un presente
de serpientes doradas enredadas en mi cuello.
Secretamente se ha hecho mi amiga.
Astuta se mete en mis ropas y mis tacones.
Subyuga mis pasos y acosa mi camino.

Me espía con ojos de hiena.
Juega a poseerme entre palomas que la esquivan.
Me retiene rompiendo todos mis espejos.
Ha secuestrado mi sombra para hacerla igual suya.
Torea nubes en una noche bastarda y escupe la luna.
Le guiña un ojo a mi frivolidad y se mete en mi casa.
Habita lo que subsiste de mi soledad erosionada.
Recolecta las miserias que quedan en mi alma,
las transfigura y las hace trencilla para ahorcarme.
Tirana se proclama la dueña de mi casa, ahora vacía.

La OTRA, coexiste en un encierro de circo
sonriendo las penas que no llorará jamás.
Como león herido mordisquea su cola hasta rugir.
Conspira con escapar y aniquilarme,
hacer un genocidio con mis palomas,
arrebatarle retazos a mis fábulas prefabricadas,
plagiar los fantasmas y demonios a mis sueños,
amancebarse en mi burbuja de furores,
colisionar la dualidad asqueada de los arquetipos.


[ La OTRA ]
Daños Colaterales. Angie Mercedes. Copyright Reserved 2009

PABLO NERUDA: un mito en la palabra

... Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan... Me prosterno ante ellas... las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras... (La Palabra, De Confieso que he vivido. Memorias (1974) Pablo Neruda)


No existen ni existirán palabras para describir la excepcionalidad del sentido poético en la poesía de Pablo Neruda. La sencillez con que describe el alma no tiene comparación alguna, ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él (Harold Bloom, crítico literario). Sin lugar a dudas considerado uno de los más influyentes exponentes de la poesía de su siglo, y el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma (Gabriel García Marqéz, novelista)




Tango Del viudo

Oh Maligna, ya habrás hallado la carta,
ya habrás llorado de furia,
y habrás insultado el recuerdo de mi madre
llamándola perra podrida y madre de perros,
ya habrás bebido sola, solitaria, el té del atardecer
mirando mis viejos zapatos vacíos para siempre,
y ya no podrás recordar mis enfermedades,
mis sueños nocturnos, mis comidas,
sin maldecir en voz alta como si estuviera allí aún,
quejándome del trópico, de los coolíes coringhis,
de las venenosas fiebres que me hicieron tanto daño
y de los espantosos ingleses que odio todavía.

Maligna, la verdad, qué noche tan grande,
qué tierra tan sola!
He llegado otra vez a los dormitorios solitarios,
a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra vez
tiro al suelo los pantalones y las camisas,
no hay perchas en mi habitación,
ni retratos de nadie en las paredes.
Cuánta sombra de la que hay en mi alma daría por recobrarte,
y qué amenazadores me parecen los nombres de los meses,
y la palabra invierno qué sonido de tambor lúgubre tiene.
Enterrado junto al cocotero hallarás más tarde
el cuchillo que escondí allí por temor de que me mataras,
y ahora repentinamente quisiera oler su acero de cocina
acostumbrado al peso de tu mano y al brillo de tu pie:
bajo la humedad de la tierra, entre las sordas raíces,
de los lenguajes humanos el pobre sólo sabría tu nombre,
y la espesa tierra no comprende tu nombre
hecho de impenetrables substancias divinas.

Así como me aflige pensar en el claro día de tus piernas
recostadas como detenidas y duras aguas solares,
y la golondrina que durmiendo y volando vive en tus ojos,
y el perro de furia que asilas en el corazón,
así también veo las muertes que están entre nosotros desde ahora,
y respiro en el aire la ceniza de lo destruido,
el largo, solitario espacio que me rodea para siempre.
Daría este viento del mar gigante por tu brusca respiración
oída en las largas noches sin mezcla de olvido,
uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del caballo.

Y por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la casa,
como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, obstinada,
cuántas veces entregaría este coro de sombras que poseo,
y el ruido de espadas inútiles que se oye en mi alma,
y la paloma de sangre que está solitaria en mi frente
llamando cosas desaparecidas, seres desaparecidos,
substancias extrañamente inseparables y perdidas.
* * * * * * * * * * * *
Este poema va dedicado a la memoria de mi difunto abuelo ERMINO GARCIA MENDEZ, por la poesía, por el arte milenario de la palabra y por los barquitos de papel que aún flotan en mi mar ahora solitario para siempre. Que en paz descanses y feliz aniversario por tu paso por esta tierra de sombras y siluetas. Gracias por heredarme tus libros, tu amor a la poesía y enseñarme a sonreir mis adversidades. Nunca morirás para mí, vivirás eternamente en mi cielo de nubes moradas, mis ruinas y mis palomas. "Sicut erat in princípio, et nune, et semper, et in saécula saeculórum. Amén."

MIL DISCULPAS por la ausencia merecida. "Piercing" poema de Angie Mercedes extraído de "Daños Colaterales"

Gracias por visitar mi blog. Siento con el alma que no tenga el tiempo suficiente de seguir el desfile de los FELINOS MAS TEMIDOS DE LA LITERATURA por este mi Cubil Felino. PROMETO RETOMAR el blog A FINALES DEL MES DE AGOSTO. MIL DISCULPAS NUEVAMENTE Y GRACIAS POR LOS MAILS QUE HE RECIBIDO.


Aquí les dejo uno de mis poemas en compensación por su fidelidad y apoyo.




Una lagrima de metal recorre los párpados,
resbala hasta tus labios salados y ariscos.
Conspiro en el rapto de la perla en tu lengua,
adicta a tu saliva que sabe a hiel, a otros besos.
La luna se vuelve un piercing minúsculo,
atraviesa sin pudor uno de tus pezones.
Ruge de coraje la fiera tatuada en tu pecho,
amenaza con devorar las mariposas en mi piel.
Estoicas y milenarias traspasan mi ego tus blasfemias,
marchitan los tulipanes descoloridos en las sabanas.
Agonizan mis palomas de hipotermia entre tus dedos
petrificadas al roce frio y brutal de tus metales
en medio de las lagrimas plateadas del adiós.



[ Piercing ]
Daños Colaterales. Angie Mercedes. 2009. Copyright Reserved
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