Confesión de un golfo
Sergei Esenin (1895-1925)
No todos saben cantar,
No todos saben ser manzana
Y caer a los pies de otro.
Esta es la suprema
Confesión de un granuja.
Ando intencionalmente despeinado,
Con la cabeza como una lámpara a petróleo.
Me gusta alumbrar en las tinieblas
El otoño sin hojas de vuestros espíritus.
Me gusta que las piedras de los insultos
Caigan sobre mí como granizo vomitado por la tormenta.
Entonces es cuando aprieto con más fuerza
El globo oscilante de mi cabezota.
Con qué nitidez recuerdo entonces
La laguna cubierta de hierba y la voz ronca del aliso
Y que en algún lugar viven mi padre y mi madre.
Mis versos les importan un comino,
Pero me quieren como a un campo,
como a la carne de su carne,
Como a la buena lluvia que en primavera
ayuda a salir a los brotes.
Ellos les clavarían a ustedes sus horquetas
Cada vez que me lanzan una injuria.
¡Pobres, pobres campesinos!
Seguramente están viejos y feos
Y siguen temiendo a Dios y a los espíritus del pantano.
¡Si sólo pudieran comprender
Que su hijo
Es el mejor poeta de Rusia!
¿Acaso sus corazones no temían por él
Cuando se mojaba los pies en los charcos del otoño?
Ahora anda de sombrero de copa
Y con zapatos de charol.
Pero con el mismo espíritu juguetón de antes.
De aldeano travieso.
Desde lejos saluda con una gran reverencia
A las vacas pintadas en los letreros de las carnicerías.
Y cuando se cruza con los coches de la plaza,
El olor del estiércol lo remonta a los campos de su tierra
Y está dispuesto a sostener en el aire la cola de cada caballo
Como si fuese la cola de un traje de novia.
Amo mi tierra.
La amo con locura!
Aunque sobre ella caiga toda la tristeza y el moho de los sauces.
Gozo con los hocicos inmundos de los cerdos.
Y con las notas estridentes de los sapos en el silencio nocturno.
Estoy enfermo de los recuerdos de infancia,
Sueño con la niebla y con la humedad de las tardes de abril,
Cuando nuestro arce se puso en cuclillas
Para calentarse los huesos en la hoguera del crepúsculo.
¡Trepando de rama en rama,
Cuántos huevos no robé de los nidos de las cornejas!
¿Seguirá siendo el mismo de antes, con su copa verde?
¿Tendrá todavía la corteza tan dura?
¿Y tú, mi querido perro fiel Overo?
La vejez te ha puesto gruñón y ciego
Y vas de un lado a otro del patio arrastrando tu cola caída.
Tu nariz no distingue ya el establo de la casa.
Cuánto no significan para mí nuestras pillerías de antaño
Cuando le robaba pan a mi madre
Y lo comíamos entre los dos,
mordiéndolo por turno
Sin sentir repugnancia.
Soy siempre el mismo,
Mi corazón es siempre el mismo.
Los ojos florecen en el rostro como los azulíes en el trigo.
Y yo, extiendo las esteras doradas de mis versos
Quiero decirles a ustedes
Mis palabras más tiernas.
¡Buenas noches a todos!
¡Buenas noches! Rozando por última vez la hierba del crepúsculo
Ha enmudecido la guadaña de la aurora.
Y siento unas ganas locas
De mear a la luna desde la ventana.
¡Luz azul, en este azul profundo
Ni siquiera la muerte me importa!
¡Que importa que yo parezca un cínico
Con un farol colgando del trasero!
Viejo, buen y súper cabalgado Pegaso,
¿Qué falta me hace a mí tu trote blandengue?
Yo he venido como un severo maestro
A cantar y a ensalzar a las ratas.
Como agosto, vierte
Mi cabeza el vino espumoso de mis cabellos.
Yo quiero ser ese amarillo
Que nos lleva al país que navegamos.
LA CENSURA A LA POESIA Y A LA EXPRESION DE CLASICA LIBERTAD.- La censura no es un tema añejo en los medios de expresión, mucho menos en un campo tan amplio como lo es la literatura. Desde todos los tiempos, la poesía ha sido el blanco preferencial para los asaltos ideológicos, considerada como la forma de expresión mas autentica que llega con mas fuerzas a los lectores.
Sergei Aleksandrovich Esenin (1895-1925) históricamente no fue la excepción, sino parte de la norma de la sociedad de vetar las artes con sus mecanismos neo político. "El Poeta Campesino", "el lascivo bisexual", "el alcohólico despreciable", "el depresivo compulsivo", fueron unos tantos de los calificativos que le acompañaron en todo lo largo de su controversial existencia. Pero sin lugar a dudas, Esenin, fue uno de los exponentes mas vívidos de la libertad de expresión de la poesía y de los poetas de la Rusia de su tiempo.
Compartió vidas sentimentales tanto con hombre y mujeres famosas como: la actriz Zinaida Raich, la famosísima Isadora Ducán, y el poeta Marienkov.
Vivió y murió en medio de la polémica y muchas décadas después de su muerte, hoy por hoy, sus trabajos literarios siguen sorprendiendo a muchos lectores que van en búsqueda de la verdadera esencia de la poesía.
Me gusta la poesía de Sergie Esenin, pero debido a los idiomas es imposible encontrar traduciones fiables. Me puedes recomendar algunas, en serio te lo voy a agradecer. Aqui esta mi correo:
ResponderEliminarIsabella Cantoral
Mexico, DF