La sonrisa sentencia: insinúa y silencia las dudas.
Se visten los labios de nicotina y veneno.
Emerge la mujer en el humo y el cigarro agoniza.
Un par de tetas de hollín, una cintura,
el cuerpo acicalado de avaricias y ternas de cenizas.
Se borran los ojos y la nariz en el halo.
Inconfundible persiste la sonrisa altanera y decidida.
La mujer es ahora una hiena que abre sus fauces
y atraganta todo el fuego del tabaco en un hálito.
Meretriz que morirá en la combustión del deseo.
Ex convicto de la mujer expira el cigarrillo.
El hombre intoxicado por el monóxido de un beso.
Emerge otra mujer de las formas difusas y cilíndricas.
Diferente el traje, la misma sonrisa que sentencia,
brota el deseo en la resequedad del tabaco.
Adormece el cuerpo con sus olores narcóticos.
Lo embriaga de pasiones carcinógenas.
Dependiente a la nicotina del sexo se proclama.
Degusta el arsénico de unas manos resbaladizas,
en las enfisemas de un corazón masoquista y adicto.
Repulsivo e insípido al olfato foráneo
emerge un nueva mujer en otro cigarrillo.
Se visten los labios de nicotina y veneno.
Emerge la mujer en el humo y el cigarro agoniza.
Un par de tetas de hollín, una cintura,
el cuerpo acicalado de avaricias y ternas de cenizas.
Se borran los ojos y la nariz en el halo.
Inconfundible persiste la sonrisa altanera y decidida.
La mujer es ahora una hiena que abre sus fauces
y atraganta todo el fuego del tabaco en un hálito.
Meretriz que morirá en la combustión del deseo.
Ex convicto de la mujer expira el cigarrillo.
El hombre intoxicado por el monóxido de un beso.
Emerge otra mujer de las formas difusas y cilíndricas.
Diferente el traje, la misma sonrisa que sentencia,
brota el deseo en la resequedad del tabaco.
Adormece el cuerpo con sus olores narcóticos.
Lo embriaga de pasiones carcinógenas.
Dependiente a la nicotina del sexo se proclama.
Degusta el arsénico de unas manos resbaladizas,
en las enfisemas de un corazón masoquista y adicto.
Repulsivo e insípido al olfato foráneo
emerge un nueva mujer en otro cigarrillo.
[Mujer de humo]
Daños Colaterales.Angie Mercedes.2009
Ven.
Arrímate con sigilo de pasos blancos.
Ya no soy mas una mujer de acero.
Con tu índice húmedo dibuja las líneas de mi boca,
mi cuello largo y delgado.
Ata nudos a mi pelo de sirena disecada.
Con tus manos de hielo desviste mis carnes maceradas
a tu rosario de adioses rectificados en la soledad.
Bésame.
Corroe mi carne con la sal diabólica de tu saliva.
Embute el amargo de tus historias en mi espina dorsal.
Con tus labios de agujas hazle hoyos a mi carne.
Intoxica con tu lengua oxidada mis células madres.
Perfora la oquedad perpetua en mi ombligo.
Moldea mi cintura con lames zigzagueantes.
Explota el volcán de mi Venus y hazlo rio que se desborda.
Acércate.
Quiebra mis vertebras una tras una.
Clava los punzones de tu veneno en mi medula ósea.
Dibuja las rosas en mis pezones.
Cercena en tajos mis miedos.
Borra las dudas alojadas en mi plexo solar.
Descuartiza mi sexo en dos.
Reinvéntame cual arcilla entre tus dedos.
Abrázame,
con la pasión del viajero que se va.
No sientas remordimientos al marcharte.
Aprisiona mi espíritu con tu abrazo letal.
Dejaré volar en libertad mis palomas
para que acierte la daga sutil de tu ironía.
Roba mi aliento y llévatelo en tu bolsillo.
Yo respirare las cenizas del amor ya derruido.
Arrímate con sigilo de pasos blancos.
Ya no soy mas una mujer de acero.
Con tu índice húmedo dibuja las líneas de mi boca,
mi cuello largo y delgado.
Ata nudos a mi pelo de sirena disecada.
Con tus manos de hielo desviste mis carnes maceradas
a tu rosario de adioses rectificados en la soledad.
Bésame.
Corroe mi carne con la sal diabólica de tu saliva.
Embute el amargo de tus historias en mi espina dorsal.
Con tus labios de agujas hazle hoyos a mi carne.
Intoxica con tu lengua oxidada mis células madres.
Perfora la oquedad perpetua en mi ombligo.
Moldea mi cintura con lames zigzagueantes.
Explota el volcán de mi Venus y hazlo rio que se desborda.
Acércate.
Quiebra mis vertebras una tras una.
Clava los punzones de tu veneno en mi medula ósea.
Dibuja las rosas en mis pezones.
Cercena en tajos mis miedos.
Borra las dudas alojadas en mi plexo solar.
Descuartiza mi sexo en dos.
Reinvéntame cual arcilla entre tus dedos.
Abrázame,
con la pasión del viajero que se va.
No sientas remordimientos al marcharte.
Aprisiona mi espíritu con tu abrazo letal.
Dejaré volar en libertad mis palomas
para que acierte la daga sutil de tu ironía.
Roba mi aliento y llévatelo en tu bolsillo.
Yo respirare las cenizas del amor ya derruido.
[LA ESPINA DORSAL]
Daños Colaterales.Angie Mercedes.2009
Huellas dactilares que peregrinan por los pezones.
El corazón inútil repleto de tumbas sin dueños.
Amnesia a los amantes que tatuaron su vagina.
El cuerpo muestra sin pudor sus jeroglíficos,
marcas dilapidadas en las ironías de estériles agujas.
Una mariposa que se borra de un pal de nalgas,
otra que se suicida saltando de los senos.
Una mujer que ha olvidado otra tumba sin nombre.
Un amante que se marchó tatuando la ausencia.
El dragón expulsa de sus fauces el fuego
y chamúsquea el útero de las divagaciones.
Dos alas en la espalda para escapar de incógnita
en el sobrevolar por el infierno de otro orgasmo.
La manzana de Eva plasmada en lo secreto de un graffiti.
Una palabra que destiñe las letras enigmáticas.
Premoniciones que yerbean las tumbas olvidadas.
Fantasmas transitando las ruinas ausentes de palomas.
Otra tumba que aguarda palpitante y sin nombre.
Un tatuaje mas que larva el catalogo de las ansias.
La marca de Judas en un beso morado y expreso.
Un hombre disidente listo para tatuar un cuerpo.
[Tatuaje]
Daños Colaterales.Angie Mercedes.2009