Confesiones
El cuchillo de cocina
aún guarda mis maldades,
espolvoreadas en la
inconsistencia del deseo y la ira.
Reposa en el profundo óxido de la gaveta.
Junto a la estufa
conservo del recuerdo las vísceras
y las carnes marinadas
de tu historia.
Las almendras amargas
huelgan sobre la mesa.
El olor a café delata el
ciclo de las formas.
Padece el cuchillo ante
el dolor de la cebolla
y la avalancha de mis
lagrimas sobre el tablón.
Guarniciones de odios
atestan mis armarios.
Las caricias me duelen y
detractoras saben a hiel.
Olvidarse al dolor
cuando no sientes las carnes.
Macerados los sueños con
sal y ajo en un pilón.
El agua corre y lava los
pecados del cuchillo.
Te odio. Se me desgastan inútiles las palabras.La muerte acaricia el
cristal de mi ventana.
Guilla su ojo de vidrio
a mis frivolidades.
El café ahora amargo
sabe a almendras.
Y tú no volverás a
acariciar mi piel.
Daños Colaterales. Angie Mercedes. Copyright reserved 2013.
Mención Particular en el Premio Nosside de Poesía 2013